domingo, 9 de octubre de 2011

somos.

cada una agarramos, por un lado. Por una lado de una cuerda, agarramos muy fuerte con la esperanza de que jamás se rompa. Pero uno de los dos extremos tira de la cuerda, y como el otro está agarrando tan fuerte, la cuerda empieza a romperse poco, a poco, porque es fuerte, pero nada aguanta todo. Y aparentemente para ir todo sobre ruedas, el extremo que tira no sabe el daño que le causa al otro, el otro no se atreve a decírselo, tiene miedo, miedo de que suelte. Y poco a poco la cuerda se va rompiendo, y cada día un poquito más, y un poquito más, pero sigue siendo fuerte, no se rompe del todo... pero no nos damos cuenta, el único problema no es que se rompa; sí tú tiras de la cuerda, ami me duele, y si consigues que me duela mucho, aunque la cuerda no se rompa yo voy a soltar, no voy a sufrir...
y sí, un extremo eres tú, el otro soy yo, y has acertado, esa cuerda, somos nosotros.

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